Atenciones muy particulares (4)

Continuo visitando a mis pacientes preferidas, mi sobrina Maribel. Asimismo a Mari Carmen. - En este capitulo tengo el placer de atender a Vero.

Maribel.

Continuábamos en el cuarto de baño. Se lavaba su conchita delicadamente. Amor, cuanto siento el haberte despertado por la consabida regla. No debes preocuparte tesoro. ¿Has terminado de asearte? Si mi vida, toma una toallita de tocador y se seca delicadamente la vagina. Se pone una toalla alrededor de la cintura y coge del armario la cajita de tampones vaginales. Me voy a la cama; lávate las manos, necesito que me inyectes un calmante. Enseguida estoy contigo mi amor.

Regreso...

Atenciones muy particulares (3)

Continuo atendiendo muy especialmente a mi querida sobrina Maribel, una deliciosa noche. Asimismo tengo el placer de atender a Cristina y Vero.

Maribel - Una deliciosa noche.

Me encuentro en su dormitorio sólo con el slip. Ella aún llevaba puesto los pantys De pie junto a mí, procedo a bajárselos lentamente acariciando su dulce piel. .Ahora la tenía sólo con las braguitas y el sujetador. Me toma de la mano y pasamos al baño a darnos un baño relajante. Inclinada hacia delante pone el tapón a la bañera y abre los grifos. Esparce unas sales de baño y un gel.

Comprobada la temperatura del agua, de espaldas a mí se saca el sujetado...

Atenciones muy particulares (2)

Tratamiento de inyectables donde surge el flechazo entre mi sobrina y yo. Asimismo conozco a Mari Carmen y en especial a Lele mi sobrina política.

Aproximadamente sobre las 4.30 me llama mi hermana. Acababa de salir de la ducha y estaba radiante. Me voy al baño a refrescarme la cara. Llevaba puesta una batita corta mostrándome sus lindas piernas. Cariño vamos a mi dormitorio y me preparas el inyectable. De espaldas se quita la batita y llevaba un lindo conjunto de braguitas y sujetador.

Preparada la inyección, le digo échate en la cama. Tumbada boca abajo descubre su lindo trasero. ¿Dónde te la pongo cielo? Donde quieras nene. Cojo el spra...

Atenciones muy particulares

Tratamiento de inyectables a la familia, en especial a mi sobrina Maribel. Aparte de amistades de la familia.

MARIBEL.

Continuando con la preparación del enema le dije a mi sobrina que se acostara en la cama en posición lateral. ¿Encontraste el bálsamo de bebés? Sí cariño, enseguida salgo. Me lavé concienzudamente las manos y le dije si tenía guantes desechables. Lo considero más higiénico, aunque la verdad lubricarle ese culito a pelo sería una delicia. En el cajón del armario tienes tío, pero por favor date prisa.

Cuando salgo del baño, estaba acostada como le dije, se había quitado el panta...

Mi sobrina Maribel

En casa de mi sobrina para su tratamiento de inyecciones.

Estando en casa de mi hermana, llega mi querida sobrina Maribel. Es mi sobrina preferida y tenía un tratamiento de inyectables recetados por su doctora.

Maribel es morena, estatura de 1.70. Tiene mucho parecido a mi hermana de joven. Actualmente tiene 32 años y dos nenas preciosas de 4 y 1 año respectivamente. Nos dimos un fuerte abrazo y me dice: acabo de venir de la doctora y me enseña la receta médica. Tito si no te importa acompáñame a la farmacia y compro los medicamentos. Su madre se queda...

Silvia y Marga (2)

Tratamiento de belleza e inyecciones a domicilio.

D. Antonio – Auxiliar de Enfermería y Practicante a domicilio.

Sobre las 5 de la tarde llamaron a la puerta. Era D. Antonio que venia a inyectar a Marga, mi compañera y amiga. Como saben ella es una chica muy bonita y con un cuerpo estupendo, yo también me dicen que estoy bien, pero mas gordita; sobretodo ancha de caderas.

Menuda sorpresa me llevo al abrir la puerta, resultando que D. Antonio era conocido. Tuve el placer de cortarle el pelo en varias ocasiones, al igual que mi compañera Ma...

Silvia y Marga

La visita del dr. a Marga.

silvia y MARGA.

Después de ponerme el supositorio Marga, me dijo Silvia, voy a hacer la cena, ¿te parece? Claro Marga, haré unas verduras con pollo y te vendrá muy bien ya que no has comido nada. Si necesitas algo me das una voz. Vale Marga, eres estupenda gracias.

Mientras Marga se encontraba en la cocina preparando la cena, me dispongo a ir al baño, tenía inmensas ganas de orinar. Una vez lo hice, me siento en el bidet y llenándolo de agua templada por la mitad aproximadamente, me sie...

Inyecciones a domicilio (10)

Nuevas andanzas de mis pacientes.

Continuando con mi querida ginecóloga Laurita, después de descargarme en el magnifico culo estuve unos minutos sobre ella, los dos estirados en la cama. Aun mantenía mi pene dentro de su calido agujerito. Nos levantamos de la cama y nos metemos en la ducha, enjabonándonos mutuamente y prodigándonos toda clase de caricias. Tenia ganas de lavarle su lindo culo aplicando un enema. ¿Qué te parece Laurita? Hazme lo que quieras mi amor. Cojo agua templadita y la pongo en el irrigador, aproximadamente poco m...

Inyecciones a domicilio (9: Diana)

Siguen las visitas a mis pacientes, entrando de nuevo Emma y Diana, empleada de hogar.

DIANA.-

Continuación del relato anterior, me encontraba con ella en el consultorio. Es colombiana, de 22 años, estatura media y muy bonita como toda chica joven. Aparte del habla tan dulce que tienen por esos lugares. Reside de hace algún tiempo en mi ciudad. Vino al consultorio a realizarme unas labores de limpieza, ya que la conocí aquella mañana en casa de otra paciente.

Una vez quedamos de acuerdo sobre las condiciones de trabajo, le dije que podría comenzar efectuando la limpieza del c...

Inyecciones a domicilio (8: Mis Vecinitas)

Siguen las visitas a domicilio y en el consultorio.

Continuando en casa de Laura, me desperté aproximadamente serian las 7 a.m. Ella estaba toda sudorosa. Mi amor ¿Qué te ocurre? Tomo el termómetro y rápidamente se lo pongo en la axila. Efectivamente, lo retiro a los pocos minutos y tenia 37.8 grados.

Me levanto de la cama y me cubro con el slip y el pantalón. Le alcanzo el camisón para que se cubra, temía que fuera a coger frío. Alcanzo los supositorios y le digo, vuélvete cielo. Colocada boca abajo en la cama, le bajo el cobertor hasta sus lind...