LA HERENCIA (Capítulo 4)
El primer encuentro entre los dos protagonistas.
-Buenos días, ¿Un cortadito, como de costumbre?; me preguntó Antonio nada más verme entrar por la puerta.
-Buenos días. Sí, por favor. Respondí mientras tomaba asiento en uno de los taburetes.
Siendo Domingo no se veían por allí las caras habituales de por la semana. Tan solo Alfredo, que se afanaba en sacarle premio a la máquina tragaperras; un par de hombres que no conocí entonando la mañana copa de coñac en mano, y en una esquina, algo apartada, Ella, así, sin nombre, porque todavía no habia...