Maltrataron a un indigente.

Toda acción, genera una reacción de signo contrario... aunque no siempre sea adecuada.

Los bancos, son un sitio donde la gente va a sacar dinero (a meter van menos), a pedir hipotecas, a ver cómo pueden pagar la tarjeta de crédito... pero también y por desgracia, son sitios que algunas personas usan para poder dormir por las noches y resguardarse del frio o la lluvia. Esa gente que llamamos mendigos o indigentes. Que como todos nosotros, son personan totalmente normales. Y ser persona, es tener sentimientos.

Aunque algunos, lo olvidan con relativa facilidad. Un día, un par de salvajes,...

Mi esposa no quiere intercambios - X

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual, recorrí todo el camino y me entregué totalmente...

CAPÍTULO FINAL

Rosalía jamás pensó que una confesión como la de Quique, hablando en nombre de nosotros dos, con un matrimonio consagrado en la Iglesia, se pudiese abrir a otra persona (nosotros tampoco lo pensamos... hasta que lo pensamos) y ese matrimonio de dos, pudiese ser un matrimonio de tres. Y que nuestras hijas Alba y Silvia pudiesen ser hermanas de Breixo, su hijo. Y que su deseo de años de tener otro hijo y no satisfecho hasta ahora, le pudiésemos proponer que lo tuviese con Quique, mi e...

Mi esposa no quiere intercambios - IX

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual, recorrí todo el camino y me entregué totalmente...

Y si, tal y como os decía en el capítulo anterior, parí.

Parí una preciosa niña de 3,550 kilos. La primera niña que nacía en ese prostíbulo ¿sería ese su destino de trabajo futuro? Aunque el parto no fue muy fácil. Menos mal que tuve la ayuda de mi último follador, Paco, que como sabéis, era enfermero. Y que por cierto, como os podéis imaginar, todo el pueblo se enteró de su "posible follada" conmigo, incluso su esposa y dos hijas ¡pobre Paco! Supuse que me gané tres enemigas más.

Al romper agua...

Mi esposa no quiere intercambios - VIII

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual, recorrí todo el camino y me entregué totalmente...

No hay nada que una más a un matrimonio, que una buena comida en la terraza de la propia casa, con abundante pescado y marisco recién cogido, y muy bien regada con un buen vino Ribeira Sacra bien fresquito. Y con un postre especial, muy especial. Regalo de esta puta esposa a su amado esposo Quique. Los dos compartíamos mesa con Rosalía y mi postre, fue prestarle a nuestra querida arquitecta de interiores a Quique para que se conocieran los dos muy profundamente, aunque antes adorné el coño de Rosalía con un...

Mi esposa no quiere intercambios - VII

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual, recorrí todo el camino y me entregué totalmente...

Mañana iba a ser un día especial, así que quién mejor que mi amado esposo Quique, para afeitarme mi hermoso coño totalmente por primera vez. Ya no tendría un poblado bosque entre mis piernas. Ni siquiera un hermoso y bien cuidado prado. Ni siquiera un triangulo invertido sobre mi Monte de Venus dejando, totalmente a la vista, mis preciosos y lujuriosos labios vaginales, que muy pronto iba a taladrar para ponerme unos preciosos aros de titanio... regalo de mi esposo.

Y mientras Quique, con la navaja qu...

Mi esposa no quiere intercambios - VI

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual, recorrí todo el camino y me entregué totalmente...

Al girarme y ver a Mari, pensé que, posiblemente solo unas horas antes, mi sangre se hubiese convertido en fría horchata, pero ese polvo que pegué con mi "jefe", lo viciosa y carente de moral en que me convertí y me entregué para satisfacerle, me hizo tan puta, puta, que simplemente miré a María con frialdad, pero nada más, ni mucho menos odio o rabia. Al fin y al cabo, solo era la mujer de un cliente mío, que además era amigo de años. (1)

  • ¿Qué pasa Mari? -pregunté-

  • Tenemos que hablar. Vamo...

Mi esposa no quiere intercambios - V

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual, recorrí todo el camino y me entregué totalmente...

Las manos de Quique agarraron fuertemente mi rostro y con emoción y un enorme deseo pasional, sus labios aplastaron los míos, su lengua penetró con fuerza en mi boca y nos dimos un besazo fuerte, con pasión y con enorme cariño. Unos minutos después de empezar este beso salvaje y seguir nuestra follada, noté como su polla descargaba de nuevo todo su semen en mi vagina que lo recibió encantada, y yo, agarrando con mis manos su culo, lo empujé hacia arriba, para metérmelo más en mi coño y hacerle saber que yo...

Mi esposa no quiere intercambios - IV

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual...

Aplasté el cigarrillo en el cenicero y me quedé mirando a mi marido. Durante nuestra conversación de casi dos horas, que más que conversación fue un monólogo mío, los dos sentados en el sofá, yo con los pies bajo mi culo, y tomando algunas cervezas bien fresquitas, le fui explicando con todo lujo de detalles lo que él ya sabía hacía semanas, "que yo le era perfectamente infiel", tal y como él deseaba que yo fuese, no solo en los intercambios de parejas, sino a solas con mis primeros amantes. Y no sol...

Mi esposa no quiere intercambios - III

Nunca te quejes de lo que Dios te da, porque siempre puede ser peor... o mejor ¡Quién sabe! Pero nunca será igual.

Y empecé a caminar, ese camino que cada día construimos con cada paso. Empecé a caminar, empecé a recorrer el camino, empezó mi nueva vida sexual...

Nuestra cena con Cristi y Yago fue fantástica. Cenamos, bebimos, nos reímos a tope, y casi vencida mi resistencia a los intercambios de parejas y con toda nuestra confianza familiar de tantos años, nos acariciábamos, nos besábamos, y nos metíamos mano como si no fuese mi verdadera primera noche de intercambios matrimoniales. No fue nada especial deja...

Mi esposa no quiere intercambios - II

Nunca te quejes de lo que Dios te da, porque siempre puede ser peor... o mejor ¡Quién sabe! Pero nunca será igual.

Y esa tarde de sexo, cambió mi carácter, mi forma de ser y mi vida. Y todo mi matrimonio.

Esto os lo decía en la parte final de mi relato anterior, el que escribí para vosotros a instancias de mi esposo, para que todos conociéseis mi radical transformación como mujer y como animal sexual.

Al día siguiente, me levanté dolorida, apenas podía mover las piernas de los dolores que tenía en el ano y en la vagina, sobre todo en esta por las fricciones del látex, aunque el culo mejor dejarlo aparte...