Cazado por mi propio amigo (2)
Martín continua con lo que comenzó, cada vez que puede me lleva la cabaña abandonada, donde debo convertirme en Ivonne para él. Iniciamos la práctica de roles en las que me es cada vez más difícil diferenciar la fantasía de la realidad.
No quería salir de mi cuarto, me sentía arrepentido de lo que había hecho. Pero cómo disimular ante mi familia lo que sucedía. Mi trasero me dolía tremendamente, y tardé casi tres días en recuperarme. Por la noche soñaba lo sucedido y me despertaba al borde de la excitación deseando verlo y repetir "la preña", ese término tan de rancho que había usado para referirse a la copula de macho y hembra y que habíamos interpretado siendo yo la hembra a "preñar". Me acordaba de esos detalles y me daba risa y t...