La habitación de hotel
Un encuentro esperado pero no por ello menos excitante.
Semanas esperando compartir contigo esta habitación de hotel. Sin prisas, sin horarios, sin teléfonos. Sin nada que impida que seamos el uno del otro sin malgastar un sólo segundo de las próximas horas. Mentiría si dijese que la perspectiva de follarte toda la noche no me pone terriblemente cachondo, pero es más. Las ganas de tenerte durmiendo entre mis brazos, de despertarme junto a ti, de recorrer tu cuerpo a besos hasta aprendérmelo de memoria.
Llegamos y dejamos las maletas, parece que ninguno de...