Bacanal fin de semana

Dos amigos, en su estancia fin de semana en una hospedería, conocen toda clase de prácticas sexuales, incluido homosexualismo, lluvia dorada y zoofilia.

BACANAL FIN DE SEMANA

Aquel fin de semana, deseosos de salir de Madrid, mi compañero de trabajo Luis y yo decidimos a pasar un fin de semana de relax, aunque antes de comenzar el viaje, nunca podíamos imaginar la cantidad de nuevas experiencias que íbamos a tener.

Yo me llamo Juan, tengo 29 años, soy soltero por convicción y reconozco que mi físico no es muy llamativo, aunque sí tengo mucha marcha en el cuerpo. Mi polla es de tamaño normal y tengo los pechos un poco grandes para ser un chico, pe...

Morbo y vicio con mi tía (1)

Con el fin de estudiar en la Universidad, me alojo en casa de mi tía, y ya el primer día se intuía que mi tía iba a sacar de mí todo el vicio que se escondía tras mi timidez.

INTRODUCCIÓN

Hace justo un año, cuando tenía 18 años, abandoné el nido familiar que compartía con mis padres y mi hermana dos años mayor que yo, para irme a estudiar una carrera a Granada. Vivíamos en un pueblo de Jaén, y acabado el instituto tuve que trasladarme a unos 140 kms para seguir mis estudios. Hasta ese momento, y dado que en gran parte de mi infancia fui un niño gordito, había sido bastante reservado, con pocos amigos, dedicado sobre todo al estudio, a la lectura y a juegos que no necesitab...

Morbo y vicio con mi tía (8)

Estando a solas con el amigo maduro de mi tía, llega mi hermana de improviso y hacemos un trío en el que de nuevo vuelvo a sacar mi lado travesti y bisexual.

(Continúa)

CAMBIANDO DE TRÍO

Después del trío con mi tía y mi hermana, los dos días siguientes fueron tranquilos en el aspecto sexual, aunque como paso en su momento sólo con mi tía, cuando me encontraba con cualquiera de las dos a solas, o bien juntas, había cierto juego sexual, como roces, besos o incluso el compartir alguna ducha juntos, aunque no se pasara de algún toqueteo, ya que se iba con cierta prisa, pues tanto mi tía como yo seguíamos con nuestras ocupaciones.

El día posterior a...

Morbo y vicio con mi tía (6)

Mi tía lo prepara para que tenga un encuentro sorpresa con su amigo maduro y su joven alumno. Mi primer trío gay.

(Conínúa)

INDAGANDO EN MI OTRO LADO

Unos días después del húmedo encuentro con mi tía, Irene me llamó por teléfono a la hora de comer diciéndome que después del trabajo le había surgido la oportunidad de una cita ginecológica que le habían ofrecido adelantar al ser cancelada la de otra paciente, y que por ello se iba a quedar a comer cerca de la biblioteca, y además me pedía el favor de que por la tarde me alargara a la casa de Carlos y María para llevarles un par de entradas que les había sacad...

Morbo y vicio con mi tía (4)

Mi tía me descubre ahora, junto con sus amigos maduros, el sexo en grupo y la bisexualidad.

(Continúa)

NUEVOS AMIGOS

Como pasó con la primera vez que tuvimos sexo, mi tía y yo pasamos unos días imbuidos en nuestros quehaceres, sin que ello supusiera que dejáramos de estar desnudos en la casa o de picarnos alguna vez sexualmente con algún toque o incluso alguna paja en el sofá, pero sin volver a vivir el sexo tan intensamente como lo hicimos la última vez. A veces sentía que no sabía exactamente a qué jugaba mi tía, y por qué alternaba esas sesiones tan especiales con periodos en los qu...

Morbo y vicio con mi tía (5)

Siguiendo con mi proceso de depravación, mi tía me introduce en la lluvia dorada.

(Continúa)

HUMEDAD

Realmente la quedada con Carlos y María había estado genial. Pasaron unos días en los que mi tía y yo, algo agobiados por nuestro quehaceres, como mucho teníamos un rato de sexo, pero siempre sin perder la complicidad lasciva y picarona los momentos en los que podíamos estar juntos, como cuando me tocaba la polla por debajo de la mesa cuando comíamos o nos hacíamos carantoñas y juegos cuando aprovechamos la coincidencia en las horas de la ducha para hacerla juntos.

Una t...

Morbo y vicio con mi tía (2)

Después de unas cervezas con mi tía, ocurrió lo inevitable. Morbo y complicidad en la primera experiencia con ella.

(Continuación)

EL VIERNES

Habíamos quedado a la salida de su trabajo, en la Biblioteca para, una vez acabada su jornada laboral, irnos de cañas. Esperaba sentado en unas escaleras cuando la vi salir del edificio junto con una pareja de aspecto maduro. Me presentó a Carlos y a María, compañeros suyos y me preguntó si no me importaba si se unían a tomar cervezas. Aunque en parte tenía ganas de estar a solas con mi tía, sobre todo después de verla con ese precioso vestido estampado de flores, con v...

Morbo y vicio con mi tía (7)

Mi hermana llega y se une a mi tía con el fin de seguir enviciándome cada vez más con el morbo y el sexo.

(Continúa)

EN FAMILIA

Cuando supe que mi hermana venía a Granada a pasar unos días, pensé que mi espiral de sexo con mi tía y sus amigos se iba a frenar. Ella tenía 21 años, dos más que yo, y se llama Esther, igual que mi madre. Esther se había puesto a trabajar en el supermercado del pueblo ya que, aunque no era la típica jovencita preocupada sólo de las fiestas y tenía un cierto nivel intelectual, no le gustaba nada estudiar y lo había dejado de hacer en el Bachillerato. Había tenido un par de...

Morbo y vicio con mi tía (9)

Finalmente todo acaba con una orgía con mi tía, mi hermana, los amigos maduros de mi tía y el joven amigo; orgía en la que vuelvo a probar todo lo realizado, pero ahora en grupo: travestismo, lluvia dorada, bisexualidad, sexo anal...placer y morbo en definitiva.

(Continúa)

EN GRUPO

Iba avanzando ya el mes de octubre y en mes y medio tanto mi tía, como sus amigos, los amigos de los amigos y mi hermana habían hecho todo lo posible por pervertirme. Aunque en realidad, he de reconocer, yo me había dejado sin ningún problema. Cuando llegué a casa de mi tía yo iba con el pensamiento, porque me gustaba, de poder verla algún día en ropa interior por un descuido suyo, o como mucho verla desnuda un instante al entrar en el cuarto de baño por error, y luego, si ac...

Morbo y vicio con mi tía (3)

La primera vez que follé a mi tía no pensaba que sería vestido con su ropa interior. Mi tía me descubre mi parte travesti y fetichista.

(Continuación)

LA SORPRESA

Habían pasado algunos días desde ese primer encuentro con mi tía Irene y, aunque no habíamos comentado nada sobre ello, sí es verdad que el ambiente se hizo aún más relajado; incluso alguna vez, cuando le apeteció a mi tía sobre todo, hicimos nudismo en la casa -”ya que nos hemos visto todo… no hay problema” dijo ella- aunque en ningún momento se planteó la posibilidad de volver a disfrutar mutuamente del sexo. No sé qué pasaba por su cabeza, pero por la mía pasaba aún...