Una tía como hay muchas (3)
Casi de inmediato coordinaron el ritmo de sus caderas cogiendo con una cadencia lenta y deliciosa que le producía a ella una relajada excitación que fue encendiendo su ardor interno, hasta que muy despacio empezó a brotarle un tierno y callado orgasmo que la hizo gemir de placer.
UNA TÍA COMO HAY MUCHAS (3)
¿Estas seguro que no tienes hambre amorcito?... preguntó Penélope sonriendo sensualmente, mientras apretaba la dura verga alojada dentro de ella, con sus músculos vaginales, brindándole a Germán una grata sensación jamás sentida antes por él... ¿No estás cansado Ger?
No Penny... dijo el muchacho mientras bajaba su cabeza y daba un largo beso a su tía en los labios... ahorita solo tengo muchas ganas de volver a cogerte.
Germán movía su cadera em...