Amigos para siempre : resucitando la pasión
Los buenos amigos son un bien escaso y valioso.
La situación se me antojaba un poco surrealista. Mis dos mejores amigos, el feliz matrimonio con quien tantas reuniones bodas y bautizos había compartido, estaban allí dándome placer. Buscando el suyo propio a través de mi cuerpo, un cuerpo que usaban a su antojo para devolver el morbo y el deseo a sus vidas.
Sin embargo no encontraba nada extraño en aquello. Estaba tan cómoda follando con ellos como lo habría estado viendo una película, los tres tirados en el sofá como solíamos hacer de jóvenes.
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