Porculizada!

Mi ano palpita por el deseo de probar una verga dentro. No cualquier verga... quiero la de mi hijo.

Los sucesos recientes me tienen alterada. Algo ha nacido en mí totalmente desconocido para mi mente; ser solo piel, humedad, sexo... y deseo.

Lavando su ropa me he quedado con su prenda íntima. Aún emana un olor a verga de hombre que mi consciencia no percibía y que ahora me alborota los pensamientos!. Esa noche de sexo aún la siento en la piel. Mi ano palpita por el deseo de probar una verga dentro. No cualquier verga... quiero la de mi hijo.

He guardado esa ropa en mi habitación y con el...

Lo que su verga desencadenó

Enloquecí desde el momento que le vi ese tremendo trozo a mi hijo pequeño. Mi locura solo me lleva a pecar.

Es un tormento diario. Luego de haberla visto accidentalmente, su imagen me persigue continuamente. Llegué cansada, tirando el bolso sobre la mesa junto a las llaves; con la mente agotada me dirijí al baño buscando refrescarme un poco. Pero al abrir la puerta me consigo a mi hijo menor todo desnudo e imponente saliendo de la ducha, con la toalla secando su rostro y dejándome a la vista ese monstruo entre las piernas!. Sólo pude ahogar un grito y cerrar la puerta pidiendo disculpas.. pero ese instante...