Afianzando una buena cornamenta

Después de nuestra primera experiencia, decidimos repetir ya con más tranquilidad y así ver si mi mujer actuaba con más libertad. Porque en nuestra primera vez, descubrimos nuevas cosas la una del otro y viceversa, pero lo mejor es que nos descubrimos más nosotros mismos. Que creíamos conocernos de sobra y nos hemos llevado una grata sorpresa y deseando descubrir más cosas de nosotros mismos.

CONTADO POR MARIDO

Mi esposa Begoña dormía a pierna suelta cuando me desperté. Me levanté sin hacer ruido, desayuné y rememoré lo sucedido, no tenía ni una pizca de remordimiento, todo lo contrario, estaba con un nivel de satisfacción pleno. Ya había sucedido lo que tanto había querido y lo que tanto había perseguido, fue tan bien y la persona elegida tan buena, que sabía que íbamos a repetir, aunque antes de esa noche Begoña había dicho solo una vez, para darme el gusto y no más. Recogí lo que había...

Entregando a mi esposa por primera vez

Relato escrito a dos manos, entre mi esposa y yo. Sin ninguno saber lo que va a escribir el otro, porque no lo hemos hablado. Después de mucho batallar con ella, conmigo, ella con ella y conmigo, damos el paso a lo que podía ser el abismo o al placer supremo y mi reflexión, ¿un cornudo nace o se hace?

VERSIÓN MASCULINA

Me llamo Pablo, tengo 44 años, físicamente normal en todo, incluida mi polla, muy normalita pero le daba buen uso. Mido 1m 75. Juego todas las semanas a fútbol, para que la tripa no se me eche a perder. Los de mi alrededor dicen que soy un tío abierto, simpático y un punto bromista.

Mi esposa se llama Begoña y tiene 42 años. Mide 1m 70. Físicamente muy bien y no es que lo diga yo solo, cuando muchas veces viene a recogerme después del fútbol, me hago el loco pero veo cómo la mi...