Un rosal tuvo la culpa

Un accidente acaba con una historia placentera...

Esta historia me pasó hace unos meses, y ni en sueños podía creer que fuera posible.

Mi mujer y yo nos habíamos mudado recientemente, del piso de ciudad que teniamos a una estupenda casa de campo que nos habíamos comprado.

El caso es que una de mis compañeros de trabajo, Silvia, al enterarse, y dado que ellos buscaban algo parecido, me pidió si podía enseñarsela.

  • Claro que sí. Le respondí.

Dado que los Viernes en nuestra empresa, terminábamos al mediodía le dije:

  • Si te...