Yolanda

Me acerco a su boca, muy lentamente, rozo sus labios con los míos y suspiro profundamente mientras voy cerrando los ojos... Déjame...

Estoy muy nerviosa. Por fin se ha decidido y me había invitado a cenar, eso sí, una cena tranquila y en su casa. Era la primera vez que quedábamos después de tanto tiempo y era mi oportunidad para lograr derribar todas aquellas barreras que percibimos ese primer día.


Parece que fue ayer cuando le conocí por primera vez... Yo acostumbraba a ir al mismo pub de siempre, con las amigas de siempre, tomando la misma copa de siempre. Era nuestro territorio y sabíamos perfectamente cómo actuar. La r...