Ladrón que roba a ladrón...

A los dos días la encontraron en el cuarto de baño. Desnuda, mutilada, y con su misma matriz incrustada en la garganta.

LADRÓN QUE ROBA A LADRÓN

Esta es la historia de cinco mujeres de la vida galante. Ustedes me entienden. Quise poner de la vida fácil, pero pensé que a fin de cuentas viene siendo de las más difíciles. Y el que lo dude que se ponga. Ya lo dijo muy claro Facundo Cabral y su inolvidable "Cardo seco".

Decía que esta es la historia de cinco de esas mujeres, a las que llamaremos Lili, Juli, Franci, Lucy y Bibi. Poner sus nombres reales es mucho atrevimiento. Aclaro que las dos primeras son herman...

Pacto Diabólico (3)

El dolor debía ser terrible, a juzgar por los movimientos y los jadeos entrecortados que terminaban en ronquidos guturales. Juan regresa.

PACTO DIABÓLICO. TERCERA

De nueva cuenta el mes estaba por cumplirse. El calendario continuaba su loca marcha, arrastrando los días que se convertían pronto en semanas. Y Juan solo sabía que debía cumplir con el compromiso. Con el terrible compromiso que poco a poco se iba convirtiendo en fuente de placer.

La segunda victima lo llevó al éxtasis. Se masturbó de tal manera sobre el mismo cuerpo de la muerta, todavía tibio, que tardó un buen rato en reponerse.

Pero esta vez debía ser má...

Pacto Diabólico (1)

Muerte de una mujer por empalamiento.Solo para amantes de la sangre y de la muerte.

PACTO DIABÓLICO. PRIMERA

Hay quienes no creen en potestades infernales, en demonios y en avernos. Pero existen, y para estar en el infierno no hace falta morir. Basta tan solo estar en un mal momento en un mal lugar. Y las fuerzas de la maldad se desatan. Hay quienes no creen en esto. Pero todavía hay quienes creen, y en su fanatismo, en su desequilibrada seguridad en un mundo demoníaco y todopoderoso, se convierten en el peor de los demonios.

Juan (Llamémoslo así. Hay nombres que ni siquie...

Pacto Diabólico (2)

Qué mejor manera de hacer sufrir a una mujer que arrancándole en vida la matriz. Juan vuelve al ataque.

PACTO DIABÓLICO. SEGUNDA

Hacía ya poco para un mes desde el primer sacrificio. Y nada de importancia había sucedido. Nadie preguntó por la mujer. La radio, la televisión y hasta los periódicos permanecieron mudos ante el crimen que se confundió con tantos que a diario suceden.

Había tenido buen ojo para elegir victima. Pero ya llegaba la nueva fecha. Todo seguía igual. En la fábrica abandonada los mismos pandilleros durmiendo en los pasillos, y en su sala particular ni el menor rastro del ...