La venganza de Tsunade
Tsunade se cansa de la desvergüenza de Jiraiya y decide darle una lección muy cruel
La venganza de Tsunade
Qué guapa era Tsunade y qué tonto, Jiraiya. ¿Cómo podía pensar que saldría impune de una fechoría como aquella? Los numerosos golpes que ya le había dado su compañera en la cabeza debían de haber dejado huella en él y le habían convertido en un caso perdido. Parece que, cuando nació, ya era deficiente su capacidad para saber que espiar a las chicas mientras se bañan no está bien. Pero, definitivamente, con el paso de los años, el resto de sus capacidades intelectuales habían des...