Sobre Jose y lo que nos gustaba V

La resaca me obligó a dormir una siesta en aquella casa con la única compañía del hermano menor de Jose, Nacho.

Al llegar a la puerta de su casa llamamos al timbre, con mejor resultado que la vez anterior, una mujer de unos 45 años abrió la puerta, debía tratarse de su madre. Jose me la presentó, así era. Estaba terminando de hacer la comida, y tras algo  de conversación y poner la mesa, su padre llegó con su hermano y me los presentó casi entrando en el comedor.

Me senté a su lado, la mesa era ovalada y grande, por lo que a pesar de estar uno al lado del otro nos separaba una gran distancia. Echaba de menos...

Sobre Jose y lo que nos gustaba III

El viaje en autobús fue mucho más divertido de lo que esperaba...

Bajé corriendo y con la lengua fuera me planté en la puerta de las residencia, era muy tarde y en la otra acera Jose, con gesto de ‘date prisa que no llegamos’ me increpaba. Cargada con la mochila y el bolso crucé la callé y me planté frente  Jose. El estómago me daba saltos, la cabeza me retumbaba y un sudor frío recorría mi espalda desde el espinazo hasta el cuello. Vaya pedazo de resaca que tenía. Intenté acercarme a besar a Jose, pero al llevar mi boca hacia sus labios me increpó, molesto por mi aliento...

Sobre Jose y lo que nos gustaba IV

Llegamos a nuestro destino y conocí la casa de Jose. Al llegar no había nadie y el también quería lo suyo.

El resto del viaje lo hice dormitando , soñaba y disfrutaba recreándome en las imágenes de Aitor y las caricias de Jose, que seguramente había quedado algo molesto ante mi inacción sobre el.

Al llegar a la estación de autobuses comencé a desperezarme y Jose, con un caro cabreo por su situación me incorporó bruscamente y salió hacia la dársena como alma que lleva el diablo. Sola, sentada en el asiento, mientras recolocaba mis vestiduras para incorporarme Aitor se acercó a mi y me dijo - Vaya viajecit...

Sobre Jose y lo que nos gustaba II

La noche terminó revelando cosas que desconocía de Jose y recordando cosas que esperaba que el desconociera de mi.

Maite, Marta y yo llegamos a la puerta de mi habitación con la extraña sensación de no querer abandonar el cuarto precedente, con la ansiedad de que una vez abandonado el cuarto de Marta, ya no volvería a ser la misma fiesta, así que nos envolvía una sensación de prisa por llegar. Durante el trayecto, ni una palabra. Sobre mi cabeza martilleaba una y otra vez la imagen de Maite recostada sobre las piernas de Jose engullendo su polla hasta la garganta. La sensación de excitación se veía tapada por el pinchaz...

Sobre Jose y lo que nos gustaba

La historia de cómo conocí a los padres de Jose, un fin de semana de infarto que marcó mi relación hasta su fin,

De todos los tipos con los que salí, hasta mi matrimonio con Jose, Jose fue sin duda el qué más me marcó.

Me arrancó la virginidad un viernes de enero por la noche, en la habitación de una pensión de la que sólo recuerdo su fuerte olor a naftalina y con él desboqué todos mis instintos más oscuros y ocultos, descubrí el placer de amar y ser amada, de desear y ser deseada… a él seguramente, le debo la mayor parte de lo que ahora soy, o al menos de cómo ahora soy entre unas sábanas.

No os contaré m...

De Cómo cortar con tu novio y de paso... IV

De nuevo borracha y fuera de control...

La comida fue entretenida, la conversación giró en torno a lo aburrido que había sido el simposio y cómo todos eran una escusa para venderles este o aquel medicamento. En el tono de voz de Silvia, Ana, Héctor y Pepe se vislumbraba ironía y complicidad.

El vino comenzó a rular por las mesas y poco a poco  las copas caían, las botellas llegaban y la mesa iba subiendo el tono de la conversación, tanto en lo referente al volumen como en los temas que se trataban. Yo me ruborizaba por momentos escuchando a...

De Cómo cortar con tu novio y de paso... II

El final de la noche y el despertar fueron más de lo que jamás pude imaginar.

El Charlot era un local en el cuadro que cerraba tarde, había días que nos daban las diez o las once de la mañana dentro. Era la mejor opción para terminar la noche.

Nos encaminamos hacia el cuadro, andando como cadáveres o zombies. El camino se hizo ameno, comentamos la jugada de Silvia y Pepe y me contaron que era habitual que Silvia se soltara la melena en cualquier sitio. En una ocasión, contó Ana, durante un simposium, comenzó haciéndole una paja y terminó con una mamada, al correrse Pepe, desd...

De Cómo cortar con tu novio y de paso... III

Por fin veo a alguien conocido. Y no cualquiera...

Los tres, entre risas y comentarios acerca de lo ocurrido la noche anterior (ni que decir tiene que de lo ocurrido en el Tintin ni papa), nos dirigimos con paso firme hacia La Antigua, - Aquí comenzó todo anoche - pensé. Parecía que sabían donde iban, así que dejé mi papel de guía de ocio y me limité a seguirles.

  • ¿Tomamos algo?, hemos quedado a las tres, tenemos tiempo. Dijo Silvia.

Nos sentamos en la terraza de la esquina, estaba recién remodelada y aunque eran cerca de las tres de la tarde, co...

De cómo cortar con tu novio y de paso... I

Después de una larga relación intenté volver al punto de partida, pero todo había cambiado, la gente, los lugares, todo era distinto, así que decidí retomar amistadas que antaño jamás hubiera imaginado.

De como cortar con tu novio y de paso pasar un buen rato...

Hola de nuevo.

Estoy un poco decepcionada, pensé que mis cuatro últimos relatos tendrían más aceptación, a mi me excitó muchísimo recordad aquellos tiempos y escribir a cerca de ello. Bueno, una ve con mejores ojos lo vivido que lo relatado... Como sabéis, finalmente me casé con Carlos, y hasta hoy seguimos juntos. A el le excita muchísimo oírme contar las aventuras de aquel verano, que para sus cuentas aún no éramos más que un par...

Un verano Inolvidable IV

Y al final todo se lía... las amistades se estropean, las parejas se rompen... es lo que tiene el sexo... no se puede separa del amor, ¿o Sí?

Salí del agua, me vestí y recogí mis cosas sin importarme de lo que el resto hacía, tenía tal cabreo… Eran en torno a las 6 de la mañana, así que decidí irme a casa. La borrachera casi se me había pasado y al subir me quité la ropa y me metí directamente en la cama.

Ni frescor matutino ni gaitas pensé. Eran las 9 y estaba sudando como un pollo, desnuda, en la cama, con la puerta de la habitación cerrada, la ventana cerrada… qué calor. Parecía que aún no había llegado nadie, la golfa debía seguir con N...