La impotencia no es un obstáculo
Esta historia es una historia urbana de la vida real con un hombre que era impotente. Con quien compartí muchas horas de placer y solo unos instantes de su vida. El tiempo era demasiado corto para conocernos más. Demasiado tarde aprehendí que una relación no se construye piel a piel.
No voy a decir mentiras sobre nada de mi vida. Mi existencia siempre fue la misma simple y sencilla. Nunca tuve en exceso nada, tampoco nada llegó a tiempo... solo la inescrutable naturaleza que va agotando nuestras emociones y nuestro cuerpo. Soy una mujer madura de 33 años, un poco mas de la estatura normal, morena con una estructura ósea grande rostro creo que bien no lo se.
Esta historia es una historia urbana de la vida real con un hombre que era impotente. Con quien compartí muchas horas d...