Nevada de Agosto III
Tercera y última entrega... ni todo es lo que parece, ni espero que tan obvio... al que adivine el final le deseo una buena paja y al que no también.
Cuando me desperté de la siesta en el sofá, estaba solo y la tarde estaba bien avanzada, por la ventana empezaban a entrar tonos naranjas del atardecer. Me fui al aseo, me lavé la cara y oí ruiditos y jadeos en la habitación de invitados. La puerta estaba entornada, así que entré sin llamar. La escena molaba, allí estaba mi Alfonsito dándole a Juan a base de bien, mientras este estaba a cuatro patas. Se estaba empleando a fondo, era una máquina, puro nervio, tenía todos los músculos del culo y las piernas e...