Hermanita inocente

A mi hermanita la inicié en lo del sexo... y aprendía bien!

Mi hermana tenía 15 años y yo 19. Ya estaba crecidita, tenía unas gafitas que le daban una pinta de mosquita muerta empollona y cara de no haber roto un plato en su vida, pero se daba la circunstancia de que también tenía un cuerpo de lo más sugerente, escultural y con unas curvas bien acabadas de formar: a pesar de su edad, sus pechos y su culo le daban una apariencia de tener un par de años más, y era su cara aniñada lo que echaba por tierra esa idea. Yo a veces la acompañaba al colegio y veía que l...