Todo llega

Tras 15 años de deseos clandestinos, al fin culminé la más sublime de mis fantasias: hacer maullar a mi tía.

Mi tía Maché tenía 57 años, unas caderas suculentas, el culo más glorioso a este lado del Atlántico y una boca construida para el pecado. Desde mi más tierna adolescencia siempre había sido la musa más musa de todas mis musas eróticas. Hace poco realicé el cálculo de todas las ocasiones en que me había masturbado pensando en ella. El resultado fue estremecedor: 1499 veces la había poseído durante mis más pérfidas labores onanistas. El cálculo fue sencillo, pues mínimo me la había pelado dos veces a la...

El vaivén de sus caderas cincuentonas

Un sueño hecho realidad.Maite, la madre de mi amigo, por fín me entregó sus caderas...

EL VAIVÉN DE SUS CADERAS

Dicen que todos los hombres tenemos una musa erótica. Una mujer a la que siempre recurrir con la imaginación en tiempos de sequía. Una de las que nunca fallan en nuestras más pérfidas labores onanistas...Una mujer a la que, sin haber siquiera rozado , hemos hecho maullar de placer una y mil veces... La mía es Maite.

Maite ronda hoy la cincuentena, aunque yo la conocí de cuarentona. El primer recuerdo que tengo de ella es el de su vello púbico. Tenía yo quince prima...