El abrigo

Encuentro por casualidad a mi vecina de enfrente, a la que vi desnuda por la ventana. Y la sigo, para llevarme una sorpresa calentísima

Solo había salido de casa para bajar el vidrio al contenedor. La temperatura había mejorado y era lo que podríamos llamar una agradable mañana de diciembre, soleadita. Desde la calle, terminada mi cívica tarea, levanté los ojos hacia la ventana del tercero del edificio frente a mi casa. Desde que, días antes, vi a aquella diosa exhibir sus tetas para mí, no fantaseaba con otra cosa que volver a contemplarla, sin éxito.

Y la fantasía se hizo realidad al otro lado de la calle. Del portal de la casa sali...

En el tren

Versión de "Por detrás, por mi culpa" de Menudaymona, contada por el hombre

Una vez más, allí estaba ella. En el andén del tren nocturno a París, me resultó muy fácil reconocerla de nuevo. Era, con mucho, la mujer más atractiva de toda la estación. Y lo sabía. Se vestía como solo una mujer que se sabe espectacular sabe hacerlo. Aquel abrigo entallado, que marcaba un cuerpo perfecto. La melena, ideal, asomando debajo de un sombrero propio de una diva. Y sus piernas, enfundadas en unas medias negras con costuras laterales, terminando en unos tacones que demostraban que su dueña era u...

La ventana de enfrente

En una noche oscura, mi desconocida vecina me ofrece el mejor de los espectáculos

Volver, después de mucho tiempo de confinamiento, a una segunda residencia implica comprobar que todo sigue igual y notar los cambios. En mi casa, todo seguía igual. En la de enfrente, no.

Eran las siete, pero ya era de noche, una fría noche de diciembre. Yo estaba tendiendo la ropa en la cocina y, por la ventana, veía que el vecino del cuarto seguía haciendo yoga sin poner cortinas, que los del segundo se habían comprado una televisión más grande… Pero la ventana del tercero era diferente. No recorda...

En la piscina

Mi mujer es el objeto de deseo de la comunidad de vecinos cuando usa la piscina compartida

Mi mujer y yo vivimos, solos, en una pequeña urbanización de las afueras de una gran ciudad. La componen cuatro casas, de dos pisos cada una, que comparten, en el centro de la urbanización, un espacio común con una piscina. Las casas están dispuestas en cruz, dos a dos. Hay un pequeño pasillo para que accedan los empleados, pero la entrada se hace normalmente desde el jardín de cada una de las casas, que tiene su propia puerta.

El reglamento de la urbanización es sencillo. Por las mañanas, la piscina...

Morbo en el avión

Lo que empieza siendo un tranquilo episodio de vicio, se transforma en una mamada a tres

En los vuelos de primera hora, la gente tiene la costumbre de dormir. Yo suelo viajar muy despierto, sobre todo si tengo una reunión importante al llegar a mi destino. La reunión de aquel día era realmente importante. Necesitaba relajarme. La mascarilla me hacía sentir anónimo, libre para hacer lo que quisiera.

Soy un pervertido. Uno más de esos que abundan por Internet. Antes quedabas para follar en clubs liberales o te ibas a un descampado en busca de cruising. Hoy, además de eso, se hacen otras cos...

En el probador

Me excito en una tienda y acabo dominado por una pareja

Había entrado en la tienda para comprarme unos pantalones. Había bastante gente, pero me llamó la atención una mujer. Era morena, algo más de cuarenta, con una cintura estupenda y un par de tetas muy llamativas. Fue lo primero en lo que me fijé, aquel par de bellezas que tenía allí. Lo segundo en lo que me fijé fue en su ausencia de sujetador. Aquel par de sensacionales tetas estaban libres, un poco caídas, pero deslumbrantes. La camiseta que llevaba era lo suficientemente apretada para darles forma y mante...