El guante

Una mirada entre las pestañas de sus ojos bajos le advirtió que el sexo de su amo había despertado. Duro y erecto, se erguía como un peligroso carnívoro a punto de saltar sobre su presa.

EL GUANTE

Nicole, miró a su amo y señor que tendido en el gran lecho la observaba. Desnudo, las piernas semiabiertas, relajadas. Su poderoso falo aún fláccido, las manos bajo la nuca y una leve sonrisa de expectación en la boca.

De pie ante la cama Nicole llevó sus manos enguantadas a la espalda y empezó a desabrocharse los diminutos botones nacarados del vestido blanco de muselina que él le había regalado. El blanco radiante, purísimo, del vestido realzaba su tez morena, contrastaba con el...

Te escribo

Me dejaste así, hambrienta, suspendida ante el abismo al que se precipitaban mis sentidos. Temblando al borde de la explosión. Con la sangre ardiendo en mis venas, en mi cuerpo. Mi sexo a punto de estallar.

TE ESCRIBO

Mi amor, sé que deseas que escriba, a ser posible sin sexo. Pero hoy comprenderás que no es posible

―Escribe, cuéntame tus fantasías más íntimas. Haz que tú y yo seamos los protagonistas de tus deseos―.Tu voz desgranaba en mis oídos palabras que entendía a medias. Tus manos se paseaban por mi cuerpo. Excitándome. Despertando mi sexualidad dormida, latente. Desnuda contra tu cuerpo aún vestido. Con suavidad, frotabas mis pezones entre tus dedos hasta hacerme gemir. En mi interior...

Momentos

Un momento entre un hombre y una mujer que se aman.

Momentos.

Te miró desde el sofá, observo tu espalda, la nuca, el cabello alborotado mientras inclinado sobre un teclado iluminado por una pantalla, trabajas. Sentada con mis piernas recogidas y el libro en la mano, hago un esfuerzo y vuelvo a él.

Pasan los minutos, el silencio entre nosotros es cómodo, nos sentimos bien con la presencia del otro. Sigo leyendo uno de los libros que compramos ayer, juntos, de la mano, perdidos en un universo de libros.

—Este me gusta— te dije casi averg...

La piel

Me uno a la causa... por una página de relatos no eróticos en Todorelatos.com

LA PIEL

Llevo todo el día esperándola, encerrado en su casa. Tocando sus cosas, pasando mi afilada navaja por ellas, oliéndolas. Huelen como ella, como su piel, siempre deja rastro un perfume exótico, caro con un dejo de desilusión y cansancio. Así es ella. Chantal. Tiene nombre de puta francesa. Ni siquiera me ve, lo sé. Pasa por mi lado cada día, emite un saludo seco, no me da ni una sonrisa. No sabe mi nombre y nunca me mira a la cara. Para ella no soy nada. Solo algo útil que se puede usar,...

Pasión oscura

Sintió el roce leve, rugoso, de un pezón sobre sus labios. Instintivamente saco su lengua para lamerlo. Un leve gemido resonó en sus oídos. La oscuridad, ahora impenetrable, agudizó el resto de sus sentidos. Podía oler el perfume de la mujer, mezclado con el aroma de su sexo.

Javier se despertó desorientado; la boca pastosa y un ligero mareo le dieron alguna idea de su estado: resaca, por su puesto. No era la primera vez que se sentía así al despertar. Lo raro era que desconocía el lugar donde se encontraba.

Con los ojos entrecerrados contempló lo que entraba en su ángulo de visión. Alguien había sido lo bastante considerado para mantener el lugar en penumbra, dudaba que hubiera resistido una luz más fuerte en esos momentos.

Una elegante cortina en tonos azules...

El Juego

Tranquila, jamas te tocaré si tu no quieres -tu voz profunda y bella, despertó anhelos en mi- Te contaré historias, y te invitaré a juegos. Sólo hay una condición, no me miraras hasta que estés dispuesta a entregarte a mí.

EL JUEGO No conozco nada de ti, solo tu voz y el olor de tu colonia. Recuerdo el día que te acercaste a mí en el metro. Rodeada de gente, agobiada, estaba perdida en mi interior, cuando te oí. Siempre pareces tan triste – susurraste en mi oído- tan cansada y tan sola. Te he elegido. Serás mía. Asustada, traté de alejarme de aquella voz. Pero tu risa una mezcla de sensualidad y ternura, me paralizo. Tranquila, jamas te tocaré si tu no quieres -tu voz profunda y bella, despertó anhelos en mi- Te cont...

El inicio de Nicole

La desnudez de los brazos y hombros de la muchacha transformaron el ambiente de la recamara, la semipenumbra pareció envolverla y la luz de las llamas saco destellos de oro en su piel morena.

LA INICIACIÓN DE NICOLE Javier acababa de despertar, como de costumbre había dormido hasta tarde, después de una larga noche dedicada a sus libros y escritos, como siempre hacia cuando visitaba la mansión familiar. La verdad es que disfrutaba de ello, pero ya empezaba a echar de menos la agitada vida sexual que llevaba en su cómoda casa de la ciudad. El campo, aunque encantador y lleno de vida, le resultaba poco excitante acostumbrado como estaba a satisfacer todos y cada uno de sus activos y perpetu...