EMMANUELLE (Parte 1)

Tengo la necesidad de hacer conocedor, a todos los lectores, los echos acontecidos en mi pubertad. Hasta hoy ocultos dentro de mi, sintiéndome avergonzada de lo ocurrido con mi tío José. Espero que os guste.

“En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡La paz esté con ustedes!

Esta Misa la celebramos por el Alma del difunto, José, miembro de nuestra comunidad, a quien, de todo corazón, expresó mi compasión humana y cristiana, como también a todos los miembros de su familia. ”

A diferencia del párroco que daba la misa y de muchos de los familiares de mi tío José,  yo no sentía esa compasión. Su muerte era un descanso para mi, ya que se llevaba recuerdos, recuerdos de mi juventud, q...