No hay una sin dos
Pareja que inicia sus primeros pasos en el mundo del intercambio de parejas
Me llamo Daniel y puedo deciros que a mis 18 años la verdad es que no podía pedir más. Estaba estudiando, vivía cómodamente con María, mi madre, con la que tenía una relación maravillosa. Además de madre e hijo, éramos amigos y sinceramente podía hablar con ella de todo con total honestidad. Eso me había ayudado en todos los sentidos hasta el punto de follar antes que ningún chico. A muy corta edad, cuando empecé a desarrollarme, gracias a mi madre ya sabía mucho de las mujeres y lo mejor era que aprendía t...