El sorprendente descubrimiento de un hijo 3
Final de la historia de Eduardo y su madre.
Al día siguiente, al llegar de la escuela, entro a la casa y la encuentro en su habitación completamente desnuda. Ella tiene una mirada de lujuria en sus ojos. "Ven aquí, Eduardo, te he estado esperando", dice. "¡Quítate esa ropa!" Rápidamente me desnudo y me quedo allí, desnudo con mi polla apuntando a ella. "¡Tráeme esa gran polla hermosa!" ella ordena. Camino hacia el lado de la cama y en cuestión de segundos mi polla está en su boca y ella la chupa como si fuera su última comida. Hace una pausa lo sufic...