Mi hermano es el líder de una banda de mafiosos

Y para entrar al grupo primero ha de cogerme.

Tengo una cintura estrecha, unas nalgas y unos pechos grandes y firmes y un rostro angelical que oculta mi fogosidad innata detrás de facciones aniñadas. Estoy buenísima, y desde siempre he sido el sueño húmedo de muchos. Me gusta llamar la atención, saber que los hombres babean cuando me miran el escote y las mujeres mueren de envidia cuando camino junto a ellas. Es placentero saber que muchos incluso pagarían por un poco de mi atención, pero tengo que admitir que ser tan hermosa y tener un cuerpo es...

Pastel de tres leches

Un relato largo. Si quieren leer sólo la parte del sexo, salténse la primera mitad.

Cuando era niño, la tarta de fresa era mi postre favorito, pero, aunque parezca exagerado, desde hace algunos años se había convertido en mi peor pesadilla. Su sabor aún me agradaba, y me regresaba a aquellas tardes en que mi abuela me daba una rebanada recién horneada, acompañada de un delicioso chocolate hecho con molinillo, como en los viejos tiempos. De vez en cuando, cuando entre mi trabajo y mi casa encontraba cinco minutos de vacío, detenía el auto afuera del café ubicado frente a la clínica do...

Hasta que te vuelva a ver...

Hasta que volvamos a ser uno.

Con la esperanza de que mis palabras te consuelen aunque sea un poco, me siento frente a la computadora y comienzo a relatar un mail. Hace un par de horas que colgaste, y no hay  manera de llamarte pues tu celular no bajó con nosotros de aquel taxi. Me dijiste que ese tipo de accidentes son cosa común en tu vida, pero ¿sabes? No dejo de pensar que fue mi propia mala suerte la que contagió a la tuya. Justo a mi llegada lo perdiste… ¡Bonita forma de empezar! Y no es que el viaje fuera malo, ¡no!, sabes...

Regreso a casa

A ese lugar al que creí nunca volver, y en donde comencé una nueva vida.

Regreso a casa.

Siempre me encantó estar en el pórtico, pasarme las horas mirando el horizonte verde y silencioso. Metía en los bolsillos de mi viejo pantalón azul dos o tres galletas de avena, de esas que mi madre acostumbraba preparar para la cena y que yo a escondidas me robaba sin saber que ella bien sabía, y me mecía por horas en la pequeña hamaca, saboreando las galletas y pensando en lo que habría detrás de las montañas, esas a las que una vez fui con mi padre a pasear las cabras, aqu...

Plátanos con crema

Mi postre favorito.

En cuanto estuve a solas con mi padre, el estómago se me llenó de mariposas. No sé si fue la ropa que llevaba, el nuevo corte de cabello o que tenía ya casi un mes sin verlo, casi un mes sin repetir… "aquello", pero me pareció que el condenado estaba más lindo que nunca y fue imposible controlar una erección. Mis bermudas rojas, esas con las que mi culito adolescente lucía prácticamente irresistible, pronto dibujaron una carpa, misma que mi padre no tardó en notar y… acariciar.

– Éste sí que sab...

El galán superdotado de mi amiga Dana...

... fue el primero en mancillar mi culo.

El galán superdotado de mi amiga Dana.

Dana es la mejor amiga que alguien como yo pudo tener. La conozco desde hace poco más de tres años, cuando estudiábamos la preparatoria y me pidió fuera su novio. No recuerdo a qué edad comencé a fijarme en los hombres, pero para esas fechas ya llamaban por completo mi atención. Con todo y eso, acepté ser su pareja. Ya saben, para cubrir las apariencias. No es que sea un amanerado, y a pesar de mi rostro fino y mi voz suave no dejo de ser varonil ante l...

Porque te amo te la clavo por atrás

Y porque yo también te amo te la devuelvo.

Porque te amo te la clavo por atrás.

El lujoso deportivo azul volaba sobre la solitaria carretera 66. Su conductora, una hermosa pelirroja de enigmática mirada, presionaba y mantenía el acelerador a fondo. Tenía prisa. Tenía una cita. El reloj marcaba ya más de la medianoche, y hacía una hora que ella debía haber llegado al lugar del encuentro. No le gustaba ser impuntual. ¡Lo odiaba!, pero habían surgido algunos… imprevistos, y no pudo ignorarlos. Su cabeza estaba llena de reproches y supos...

Mi segunda vez también fue sobre el escenario

En un delicioso trío con mi mejor amigo y mi profesor de teatro.

– Ahora sí estoy seguro de que esto no es un sueño – comenté al tiempo que limpiaba el semen que resbalaba por mis muslos, para después tragarlo –, ahora sé que no estoy delirando.

– ¡Claro que no estás delirando, chiquito! – Sentenció Roberto, abrazándome y besándome en la frente – Sé porque lo dices, pero esa tarde actué como un idiota y te prometo que no volverá a ocurrir. Te prometo que

– ¡Shh! No es necesario hablar de eso. Ya no. Es pasado, no importa. Recapacitaste, te diste cuenta...

Mi primera vez fue sobre el escenario

Y con mi mejor amigo.

¡Kalim! Llevas casi una hora en el baño, hijo. ¡¿Qué tanto haces ahí adentro?! Ahí está otra vez el exagerado, ingenuo e inconsciente de mi padre, apresurándome porque tiene que bañarse antes de irse a pretender que trabaja mientras navega por sitios de pornografía barata en Internet. ¡Cómo da lata, de veras! En primera, apenas han pasado veinticinco minutos con catorce segundos desde que cerré la puerta. En segunda… ¡Por Dios! ¿Qué más podría estar haciendo sino jalándomela? ¿Que los padres nunca se...

¡Hola, Amanda! Soy tu madre

Y naciste de una violación.

¡Hola, Amanda! Soy tu madre.

Enclaustrado entre montañas tan altas que llegan a tocar las nubes, a cien mil kilómetros de la modernidad y justo en medio del olvido, se encuentra un pequeño y calmado pueblo cuyo nombre ni sus habitantes ya recuerdan. En ese pequeño y calmado pueblo cuyo nombre ni sus habitantes ya recuerdan, en el inicio (que también es el final) de la calle principal (que también es la única), se ubica un restaurante que de tan sucio hasta a las moscas provoca asco. Y en ese res...