Por un Culo
Como los deseos, te puedan llevar al mismo infierno.
Ella baila con el diablo y fui invitado.
Entre los pasillos podías ver un amasijo de cuerpos como un montón de gusanos satisfaciendo sus deseos sin distinción entre tetas, vergas y bocas, un monumento al placer.
El eco de gemidos, mentadas de madre, blasfemias y gritos de dolor, estremecian el cuerpo.
Él dijo:
Te seguiré hasta el infierno y ahí estaba, no supo cómo, pero en el mismísimo infierno se encontraba; no era ese salón de llamas y torturas, todo lo contrario,...