Ninfa desvirgada
Había dejado una sudadera y las llaves de casa encima de un banco al lado de la pista del parque, justo en el siguiente banco estaba Daniel, este vecino al que todos teníamos mucho respeto y que además estaba borracho.
Estaba jugando con unos vecinos, corríamos con un balón que bajé. Fuimos a refrescarnos un momento a la fuente y cuando regresamos a la pista estaba un vecino que tenía fama de problemático, él tenía unos 18 años. En aquellos veranos nos daban las mil en la calle.
Había dejado una sudadera y las llaves de casa encima de un banco al lado de la pista del parque, justo en el siguiente banco estaba Daniel, este vecino al que todos teníamos mucho respeto y que además estaba borracho.
Mis amigos comen...