Arcoíris tras la Tormenta
El camino frente a mi, ¿Es un mar de tristes lágrimas o es el fin de la tierra de la desesperación? No sentiré remordimientos, incluso si me siento morir en el gélido frío de la luz de invierno. ¡Oh, arcoíris, mi brillante arcoíris! Tengo que estar contigo.
Despierto de repente. Una gota de sudor rueda por mi frente. Fría, acaricia mi piel como alguna vez lo hicieron tus labios; finalmente, la perla líquida encuentra su muerte en mis cejas. He vuelto a soñar contigo. Soñé con aquella tibia noche de verano en la que tu y yo nos amamos por primera vez.
Aun es de madrugada pero no puedo dormir. Cierro mis ojos y puedo verte tan clara, tan nítida, incluso puedo escuchar tu risa, tan suave como el trino de los ruiseñores y a la vez tan alegre como un amanecer...