KDT (Sexo en el metro)

Relato de sexo gay.

Bajaba las escaleras del metro a toda prisa. Había quedado con Marta en el centro para ir juntos a elegir las invitaciones de la boda. Como siempre en estas ocasiones, habíamos dejado todo para última hora. Yo estaba decidido por un diseño sencillo , y eso me supondría una dura batalla con ella, ya que distábamos en gustos uno del otro. Pero total, aunque yo estaba muy ilusionado, sin duda era ella quien estaba totalmente volcada en la boda. No se le había borrado la sonrisa de la cara desde hacía dos...

Iván (4 - último)

Después de tanto tiempo, completo el relato ambientado en Las Cañadas.Mil perdones a los que os enganchasteis a esta serie y no pudisteis terminarla. Mas vale tarde que nunca.

Si había algo que paralizaba el tiempo en Las Cañadas , era una boda o un entierro. El pueblo entero quedaba fantasma y todos los vecinos se reunían para festejar o llorar juntos. Por supuesto que no todo el mundo se llevaba bien, pero existía ese punto de hipocresía, en el que se critica a las espaldas, mientras se brinda con la copa.

DOMINGO

La boda se celebraba en la capilla de San Matías, en lo alto del cerro, y allí estaba todo el pueblo reunido con sus mejores galas y sus mas pecamin...

Iván (3)

Iván,se traslada a las cañadas,un pequeño pueblo, donde descubrirá algo más que puro sexo...

En cuanto a sexo, la gente en general, prefiere poner una venda a lo que pasa a su alrededor. Y los habitantes de Las Cañadas no eran diferentes. Todos tenían sus pequeños secretos sexuales que escondían a los demás. A Pedro, el de la tienda de piensos de animales, le fascinaba masturbarse después de ver salir a las colegialas que estudiaban enfrente de su tienda; Alberto, el de la oficina de correos, se acostaba con Lucia ,la dependienta de ultramarinos, cada vez que podía escaparse de su esposa; y L...

Iván (2)

Iván,se traslada a las cañadas,un pequeño pueblo, donde descubrirá algo más que puro sexo...

Fran siempre había sido un mujeriego, no por haber trabajado de peón de albañil en diferentes obras mientras terminaba los estudios de económicas, sino porque desde pequeño había corrido detrás de las faldas. Sentía una atracción irremediable hacia los pechos turgentes de toda mujer que se le cruzaba; Muchas noches llevaba a casa a la chica de turno y se la tiraba(porque no se podía decir que hiciera el amor con ellas) y a la noche siguiente volvía a cambiar.

Por eso, se sentía descolocado por l...

Iván

Iván,se traslada a las cañadas,un pequeño pueblo, donde descubrirá algo más que puro sexo...

Acostado de un lado en su cama, abrazaba con la pierna y el brazo derecho la almohada. Se había acostado temprano con la intención de dormir profundamente, pero el sueño no le acompañaba. Sus neuronas batallaban por mantenerle despierto.

Por su mente pasaban todo tipo de pensamientos, pero las imágenes más calientes se instalaron en su cerebro.

Su pelvis, en contacto directo con la almohada, aumentaba su temperatura, y con ella, el tamaño de su pene. Hizo unos ligeros movimientos con sus c...

El placer del pecado (2º y último)

Un edificio cargado de sensualidad y un cura atrapado por ella.

Después de buscar a Salvador por toda la estancia y no encontrarlo, se apoderó de mi una desazón, que oprimía mi estómago. Tras la visión que había tenido, podía estar completamente seguro de que el encuentro con el sacerdote había sido del todo real. Todavía notaba la humedad caliente de mi corrida bajo mis calzoncillos. No entendía lo que estaba pasando.

Por estos instantes me olvidé de Rosto, el objetivo de mi visita a este lugar.

Pensé que lo mejor sería salir de este edificio, el que a...

El placer del pecado

Ir a estudiar la estatua de Rosto, le meterá en un mundo de placeres prohibidos.

Había llegado a la ciudad a primera hora de la mañana. Un taxi me trajo al casco antiguo, donde se encontraba la dirección que buscaba. El taxista, muy amable, me dejó al comienzo de la avenida, explicándome que desde hacía 2 años los vehículos no podían entrar ya que se había convertido en peatonal. Me indicó que el número 28 estaba a mitad del camino. Le pagué , dejando una pequeña propina por la indicación.

Nunca había visitado una ciudad de esta parte de Europa, pero me alegré de que me envi...

El Cortijo de la Encina (4 y Último)

Una tormenta se acerca a el cortijo y con ella el final.

Había pasado ya más de dos semanas y Beltrán seguía trabajando sin descanso. En los pocos ratos que se permitía un descanso, se sentaba bajo un olivo y pensaba que tanto esfuerzo a lo mejor no merecía la pena, ya habían pasado muchos días y nadie le había dicho que cogiera sus cosas para trasladarse al cortijo. Pero eso eran pensamientos fugaces y en el momento que se levantaba seguía trabajando como antes. Pocos eran tan obstinados como él cuando una idea fija le taladraba el cerebro.

En los dí...

El Cortijo de la Encina (3)

Los muchachos han llegado al cortijo. es domingo y todavía les queda día de descanso para disfrutar.

Fernando el segundo de José el Capataz, llevaba ya cinco años trabajando con éste. Desde la primera vez que le vio, el corazón le dio un vuelco. La timidez de Fernando, tan duro para otras cosas, le impedía decirle lo que sentía por él. En un mundo tan masculino, aunque se permitieran ciertas licencias en ocasiones, no estaba bien visto el demostrar la atracción, o mejor dicho los sentimientos, hacia otro hombres. Por eso, Fernando permanecía en silencio durante todo este tiempo. Mientras tanto suplía...

El Cortijo de la Encina (2)

El duro trabajo en los olivares no quita a los apuestos jornaleros de buscar entretenimiento.

Aún no había clareado el día y Tomé, Beltrán y el Rubio, junto a los tres muchachos que habían llegado con ellos, ya estaban de camino a los olivares. José el Capataz, les daba instrucciones de cómo quería que realizasen el trabajo. Todos escuchaban semi-despiertos.

Ni cinco minutos de camino y ya se veían olivos por todas partes, perfectamente alineados, como dibujados con regla. A tomé le pareció que debía de haber millones de ellos, ya que se extendían por kilómetros.

Al llegar, otros ta...