Acoso y derribo (4)

Un metódico plan para someter y emputecer a mi deseada jefa de departamento.

El resto de la velada transcurrió sin mayores incidencias que contar. Mas tarde, después de la cena, y una vez que Amanda hubo recogido y fregado los cacharros, hicimos el amor, a la más tradicional manera, en su cama marital, y por ser nuestra primera noche juntos, permití que durmiera conmigo en ella toda la noche.

Ya habría tiempo para introducir cambios, pero quería hacerlos lentamente y uno a uno, para poder disfrutar poco a poco de su progresiva degradación.

Al amanecer nos aseamos y...

Acoso y derribo (3)

Un metódico plan para someter y emputecer a mi deseada jefa de departamento.

Al día siguiente me comporte con total normalidad como si nada hubiese ocurrido, y pese a que Amanda me saludó de forma especial, por el tono y la caliente y sugerente mirada que me lanzó, mezcla de complicidad y deseo, yo le devolví el saludo con cortesía e indiferencia, cosa que la descolocó un poco, aunque por supuesto, no hizo el menor comentario.

La ví sentarse delante del ordenador y comprobar si había algún correo mío con nuevas instrucciones, pero no encontró nada.

Todo formaba part...

Acoso y derribo (2)

Un metódico plan para someter y emputecer a mi deseada jefa de departamento.

Llegué temprano, como correspondía a la ocasión, e incapaz de contener mi impaciencia.

Pero a la hora de llegada habitual del objeto de mi deseo, Amanda inusualmente se retrasaba, los minutos fueron pasando lentamente y no llegaba.

Al fin, su secretaria personal, Julia, una jovencita de 25 años de quien ya hablaré mas adelante, pues habría de incorporarse a nuestra historia, nos comunicó que la jefa no vendría hoy al trabajo pues se encontraba indispuesta.

Nunca he creído en las casu...

Acoso y derribo (1)

Un metódico plan para someter y emputecer a mi deseada jefa de departamento.

Hola amigos y amigas de todorelatos.

Podeís llamarme Dust, y el relato que voy a compartir con vosotros se inicia hace algunos años cuando yo rondaba a mediados de la treintena.

Y para empezar contaré que soy un hombre de lo más normal en cuanto a físico, apariencia, y modales.

Estudios medios, cultura general, aunque procuro estar al tanto de los adelantos que me interesan, sobre todo de audiovisuales. Y de uno setenta y tantos de estatura, complexión delgada, y pelo y ojos oscuros,...