Un día largo

Recordó como se había sentido rodeado por sus brazos, con su espalda contra la puerta, una vez estuvieron dentro y cerraron

Abrió los ojos sin saber muy bien donde se encontraba. Lo primero que notó fue un terrible dolor de cabeza. Por un momento no reconocía su propio dormitorio. Miró hacia el despertador. Todavía faltaba más de una hora para que sonase. Sintió los pies fríos y se dio cuenta de que estaba completamente desnudo. También notó el peso de un brazo fuerte sobre su pecho. Giró la cabeza hacia su derecha y lo vio.

Dormía plácidamente. Con la boca ligeramente abierta, apoyado sobre su costado izquierdo y pasándol...

En las ondas

Intentó buscar sus labios de nuevo, con desesperación, pero tuvo la sensación de que por mucho que elevara su cabeza y su cuerpo, su boca no los encontraba.

Ya estaba preparado el pequeño escenario. Subió un taburete y acabó de instalar el micrófono. También dejó una botella de agua, en espera de que el cómico que iba a actuar allí esa noche pidiera otra cosa. Pasó la mirada de nuevo y decidió que estaba todo en orden. Bajó y se metió detrás de la barra para atender a los chicos que acababan de entrar.

Poco a poco el local se fue llenando. No es que el cómico fuera especialmente bueno, pero siempre llamaba la atención tener algún tipo de actuación en dire...

Lluvia

Volvió a mirarlo. Sus ojos sonreían por encima de la taza mientras bebía despacio su café. Y después de muchos meses, por fin lo vio.

Todavía no hacía cinco minutos que había llegado a casa cuando escuchó el primer trueno. Menos de un minuto después, las gotas golpeaban con fuerza el cristal de la ventana del comedor. Sonrió. Siempre le había gustado ver llover, y abrir luego la ventana. Se respiraba un aire completamente nuevo.

Pensó en bajar la persiana, por no tener que limpiar cristales por la mañana, pero decidió no hacerlo. Mañana sería otro día.

Sacó el móvil del bolsillo de los pantalones y vio que tenía un mensaje de...

... y después (IV)

La playa, en verano, puede dar mucho juego...

Después de un par de semanas desde mi fatídica noche de borrachera y el descubrimiento de que Lucas tenía pareja (y era un chico) mi principal aliciente para ir con ganas cada mañana al curso de alemán seguía siendo verme con él.

Y es que por mucho que intentará convencerme de que jamás pasaría algo, por mucho que quisiera pensar que igual estaba empezando algo más serio con Pablo, no podía evitar que me temblara todo el cuerpo cuando me cruzaba con él cada mañana.

Y no nos sentábamos uno a cada...

... y después (III)

Un verano puede ser muy largo.

Sentía sus manos recorrer mi espalda. Sentía su boca cerca de mi oído, susurrando, dándome pequeños lametones, mordiéndome el lóbulo de la oreja. Sentía su erección sobre mi pierna. Y sonreí. Fue como volver a la tierra, levanté mis manos para coger su cabeza y guiar su boca hasta la mía. Sin duda era mucho mejor sentir su lengua en mi boca que en mi oreja.

Me contuve para no desabrochar sus pantalones, tirarlo sobre la cama y follarlo allí mismo. O que me lo hiciera él a mí. En ese momento me daba ig...

... y después (II)

Cuando el alemán pasa a ser algo secundario.

Se suponía que después de algo más de una semana levantándome a las 7 para ir al curso, por mucho verano que fuera, mi cuerpo se habría acostumbrado, pero nada más lejos de la realidad. Cada vez que sonaba el despertador, abría un ojo y veía la luz por la ventana, a pesar del calor, de que no corriera nada de aire y de que la cama no fuera el mejor sitio para evitar asfixiarme, lo único que quería era dar media vuelta y seguir durmiendo… Y es que siempre me había costado madrugar y siempre necesitaba 10 min...

... y después

Cuando un curso de alemán parece ser la mejor opción para pasar el verano...

Hasta que el despertador no sonó por tercera vez, no fui realmente consciente de que me tenía que levantar. Y cuando lo hice, me cuestioné por qué me había apuntado a un curso de alemán durante el verano, y por qué la noche anterior no decidí volver a casa un par de horas antes…

Para lo primero tenía una respuesta más que aprendida: con suerte me quedaba un año más de universidad, tenía medio controlado el inglés y empezar a controlar un poco el alemán, tal y como estaban las cosas, no me vendría mal....