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No buscaba el amor, el amor ya lo tenía, solo quería una chica que se pareciese a su esposa, desde que ella se fue él la busca desesperadamente disfrazando a sus amantes de su esposa.
Estas mal, me repetían todos una y otra vez, yo no lo admitía, nadie era quien para juzgarme y decirme como debía de actuar, yo soy dueño y señor de mi destino, yo dicto mis propias normas y sé como debo de actuar para encontrar mi camino.
Estoy en la mitad de la madurez que va desde los cuarenta a los cincuenta años, Pilar mi esposa me ha jugado una mala pasada, nos conocimos cuando éramos adolescentes y desde entonces nos juramos amor eterno, me dijo “siempre estaré a tu lado”, la muy zorra me dejó...