Mi cuñado
Cada vez que lo veía a mi cuñado, sentía esas cosquillas ahí abajo que me daban ganas de hacerle de todo.
Siempre que veía a mi cuñado en las reuniones familiares se me mojaba la panocha y no podía dejar de tratar de llamar su atención (por suerte, nunca me costó llamar la atención de los demás, ya que mi cuerpo me ayuda bastante.Los años en el gimnasio me dieron este culo que no se puede dejar de ver. Hasta las mujeres me lo halagan). Siempre que lo veía, aprovechaba para abrazarlo y apoyarle mis pechos en el suyo. Cuando estaba sentado, siempre lo abrazaba de atrás, rozandole las tetas en la espalda y hablánd...