Las historias de Sara (I)

Nunca imaginé que de esas llamadas anónimas, surgiría la mejor cogida que haya tenido hasta ahora...

Me llamo Sara , tengo 22 años y trabajo en una firma comercial. Me considero bastante bonita: pelo y ojos negros, piel blanca translúcida, pechos rotundos, algo grandes, coronados con unos pezones pequeños, de color rosa, cintura estrecha, caderas cimbreantes, y un culo redondito, todo mantenido en su lugar, gracias a mi personal trainer. Mi trabajo es el de una secretaria, y mi jefe es Pablo, un cuarentón, muy viril, entrecano, ojos verdes, piel bronceada gracias a largas jornadas de pesca, deporte q...

Mis clases de equitación

Nunca imaginé que el profesor de equitación, me enseñaría algo más que montar...

Un martes, por la tarde, fui a tomar mi primera clase de equitación, por recomendación de mi amiga Carla. Ella me había comentado lo bueno que estaba el profesor, José. Al llegar a las caballerizas, un magnífico ejemplar humano me recibe con una amplia sonrisa de dientes blancos: allí estaba él, cabello negrísimo, ojos grises, luciendo un cuerpo viril, de anchas espaldas, caderas estrechas, todo en fundado en el típico atuendo de un jockey: remera y pantalones ajustados, y botas de montar. Por mi part...