Comemelo y callate
Tu coño esta humedísimo y mi dedo entra con una facilidad pasmosa. Mis dedos siguen rozando tu clítoris con muchísima suavidad mientras los pelos de tu cuerpo de erizan de placer. Puedo ver el deseo en tus ojos, el deseo de que no pare de tocarte, el deseo de hacer el amor locamente.
Ojalá pudiera verte entrar por la puerta, que en un momento se hicieran añicos los miles de kilómetros que nos separan y volviéramos a desearnos como siempre . Entonces solo cabe pensar en besar cada centímetro de tu cuerpo, tocarte, rozar tu cuerpo de arriba a abajo, empezar a desnudarte mientras siento como tu cuerpo empieza a calentarse, ver que deseas que te haga todo lo que yo quiera, entonces me coges la cabeza y empezamos a besarnos salvajemente, ya estas desnuda y mi mano empieza a bajar poco...