Permíteme
Un pensamiento en voz alta.
viene hacia mí. A pesar de que no hay casi luz, se ve preciosa Casi me atrevería a decir que es una Diosa. Espectacular. Su figura me atonta, pero lo mejor está por llegar. Clava sus ojos en mi mirada. Abre despacito sus labios como queriendo decir nada, pero sólo me mira. Incluso su boca me mira. Sus pechos se ven deliciosos. Jamás nadie sería capaz de pintarlos tan perfectos. Su aroma se acerca. Lo noto. Su piel es ella. Huele a ella. Sus poros se elevan cortados por la brisa. Buscan rápido abrigo e...