De compras con mi hermana
De niños nos llevaban nuestros padres pero esta vez seriamos solo ella y yo.
¡Baboso!, ¿crees que estoy ciega?, estas mal de tu cabeza, ¡enfermo! ah, y no pongas esa cara de mustio por que no te queda, estas más que enfermo -me lo decía con furia contenida, pero no alzaba la voz- estábamos en la sala, en la TV pasaban un programa de videos, -yo no sabia donde meterme-, juro que no me di cuenta, pero ella vio adonde estaba mi mirada clavada, ¿pero cómo no quedarme con la mirada fija?, se veía tan linda, tan atrevida, tan sugerente, de verdad ella era hermosa, antes de que ju...