Mi compañero de curro me revienta en el baño

Tercera parte del relato Mi compañero de curro me folla duro. Para comprender mejor el contexto y a los personajes, recomiendo leer antes las dos primeras partes. Su cita de Tinder de mi compañero le deja con las ganas y yo le echo una mano.

Tercera parte del relato Mi compañero de curro me folla duro . Para comprender mejor el contexto y a los personajes, recomiendo leer antes las dos primeras partes.

Después de la brutal follada de Lucas por la mañana, el resto del día se me hizo aburrido. Pasé el fin de semana entre la cama y el sofá, con el aire acondicionado a todo trapo, Netflix de fondo y quemando Tinder. También he de reconocer que me la meneé un par de veces rememorando sus embestidas y su leche corriendo por mi garganta.

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Mi compañero de curro me folla de nuevo

Segunda parte del relato Mi compañero de curro me folla duro. Aunque empezaba a dar por perdida cualquier ocasión de volver a follar con él, una mañana de trabajo volvió a sorprenderme.

Segunda parte del relato Mi compañero de curro me folla duro . Para comprender mejor el contexto y a los personajes, recomiendo leer antes la primera parte.

Después de la salvaje follada que me había pegado el viernes al salir del trabajo, me pasé todo el fin de semana deseando que volviera a ocurrir. Lucas tenía un rabo increíble, pero no era solo eso… era el morbo que me producía. El hecho de que fuera mi compañero de trabajo, heterosexual hasta la médula, divorciado y con familia, que me sacar...

Mi compañero de curro me folla duro

Recién llegado a mi nuevo trabajo, hice migas en seguida con un compañero para ir y venir en coche juntos. Pero nunca me hubiese esperado como de bien acabaríamos llevándonos.

Hacía ya una temporada que la castidad se había apoderado de mis apetitos sexuales. Quizás por el estrés de empezar en un nuevo trabajo; por una ciudad desconocida para mí, Madrid; que no había ningún tío que me llamara la atención; o que hacía un tiempo que tenía la autoestima muy alta y no necesitaba a nadie más que a mí mismo.

Fuera como fuese, el caso es que ahí estaba yo, a mis veintitrés años trabajando en un almacén de muebles en un polígono industrial cercano a Azuqueca de Henares que, viviend...