Camioneros ardientes
Elías y Esther son un feliz y caliente matrimonio. Sin embargo, la carretera y un oscuro asesinato intentarán romper ese lazo.
La carretera serpenteaba entre las montañas. Parecía como si aquellas curvas no fuesen a terminar nunca. Por fin, el coche se detuvo:
-Estoy seguro que es ahí abajo dijo Mario, un agente de policía muy joven, de unos 25 años, con un esbelto cuerpo fibrado, que a su vez le daba mayor aire de madurez.
-Bien, bajemos a ver si está ahí dijo su compañero Luis Miguel, de 33 años, abandonando el coche.
Los dos agentes bajaron con cuidado por la ladera de la carretera, hasta llegar a una ex...