Humillando a mi esclava
Claudia quiere atención mientras veo el partido de fútbol, esto es lo que pasa.
Claudia es mi esclava. Y yo soy su dueño. Ella: tiene la concha y el culo más dispuesto que he visto en mi vida. Yo: tengo una parada de pija cada vez que ella me entrega su cuerpo. Gozo con su dolor y su humillación, también gozo cuando ella goza. Estamos hechos el uno para el otro.
Hace 4 años que la tengo, y lo que más me excita de ella es su inagotable necesidad de ser dominada y humillada. Cuando no ha cometido ninguna falta, pero siente la necesidad de ser castigada, se acerca a mí de rodillas,...