Un masaje muy deportivo
Una joven acude a una casa de masajes donde le espera una gran sorpresa...
UN MASAJE MUY DEPORTIVO
Anaïs abrió la acristalada puerta con el circunspecto gesto de alguien que está obligándose a sí mismo a seguir adelante. Inmediatamente, su negra figura se convirtió en el punto focal del recibidor del establecimiento. Su olfato se vio anegado por un torrente a ambientador, destinado sin duda a ocultar el olor de los cuerpos que sudaban en las salas aledañas, practicando deporte o siendo masajeados "por los mejores profesionales". Así rezaba el anuncio del establecimient...