La primera vez

Me acababa de llamar de recepción que ella había llegado, así que deje la puerta un poco abierta y me senté al fondo de la habitación en penumbra, no tardé en oír cómo se abría el ascensor y unos pasos claramente de tacones se acercaban. Después unos toques de llamada en la puerta certificaron su presencia.

Me acababa de llamar de recepción que ella había llegado, así que deje la puerta un poco abierta y me senté al fondo de la habitación en penumbra, no tardé en oír cómo se abría el ascensor y unos pasos claramente de tacones se acercaban. Después unos toques de llamada en la puerta certificaron su presencia.

  • Pasa - le dije

Ella avanzó tímidamente y cerró la puerta tras de sí

  • Buenos días señor - dijo con algo de timidez
  • Buenos días perra, avanza hasta un paso de la cama y quédate frente a...

Para mi Señor

Solo sirvo para lo que mi Señor desee

Podía decir que no, que aquello era demasiado, que ella era una mujer independiente y cabal, pero en el fondo sabía que no. Pese a sus miedos y reticencias su coño se humedecía con cada humillación, con cada deseo, con cada orden, y no podía evitarlo. Cierto es que le fallaba más que acertaba, y cuando la trataba de una inútil acertaba de pleno.

Y no es que no pusiera interés, pero le podían sus miedos, su inseguridad con su cuerpo, el temor a que le gustara demasiado, la angustia de ser algo que su...

Martina en sus manos 2

Martina quiere cambiar su vida rutinaria y cómoda, por otra mas cercana a sus verdaderos deseos.

Aquella mañana había comenzado como siempre. Aquel beso de despedida tan mecánico como rutinario a su marido. Ver a su prole salir con sus típicas peleas hacia el colegio. Después su ya interiorizada ruta por las habitaciones, camas, abrir ventanas y recoger ropa de lo que siempre protestaba y nadie hacía caso salvo después de sus gritos.

Ese trabajo matutino que ella conocía tan bien lo recordaba ahora quizás más rápido y más despreocupado que otras veces, porque su mente estaba en poder ducharse r...

Martina en sus manos

Martina quiere cambiar su vida rutinaria y cómoda, por otra mas cercana a sus verdaderos deseos.

Allí estaba martina frente a la pantalla del ordenador. A sus 40 años nunca se había salido de sus rutinas, primero gran estudiante  y luego novia y esposa ejemplar, y madre cariñosa. Todo lo que esperaban de ella. Si a cualquiera que la conociera un poco le preguntaban por ella solo enumerarían bondades y elogios. Y allí estaba, en la oscuridad de la noche, frente al portátil con la mirada puesta en el chat desactivado de aquel desconocido.

Y tenía dudas, y mucho remordimiento, pero también las braga...

Donde menos lo esperas (I| y final)

La cogí de la mano y sentándome en una silla la hice tumbarse boca abajo sobre mis piernas, y sujetándola bien deje su culo al aire y comencé a azotarla con fuerza.

D vivía en un adosado a unos 30 minutos de la ciudad. Me había mandado la ubicación y la dirección, pero no tuve problema en encontrar la calle y la casa. Me abrió la puerta de la valla con la misma indumentaria con la que salio de la oficina y rodeada de dos perros, y la seguí en silencio a la vivienda, y dejando los perros fuera cerro la puerta.

Sin dejarla tiempo para nada la atrape contra la puerta y mientras la morreaba mi mano se introdujo bajo la falda tomando de nuevo posesión de su sexo. ...

Donde menos lo esperas (I)

Bien sumisa, me ha entregado su cuerpo, y a partir de ahora me pertenece. Es un contrato y espero lo mejor de usted, de la misma forma que yo le daré lo mejor de mi.

Llevo mas de quince años en el mundo de la Dominación/sumisión, y, por las circunstancias de rechazo social que genera, siempre he sido muy discreto en mis relaciones. He tenido sumisos y sumisas durante este tiempo, siempre reales, ya que nunca entendí las ciberrelaciones.

La historia que paso a relatarles, comenzó hace aproximadamente hace una año, en el sitio que menos me pensaba, en mi trabajo.

Soy Jefe de un departamento y tenia a mi cargo varias personas, entre las que se encontraban dos m...