No los represento! ¿Verdad?
Recuerdo esta historia, asombrosamente con claridad. Sucedió un día en que no tenía nada que hacer ni ganas de realizar algo creativo. Solo era un producto de mi pereza física y mental.
Salí, como siempre en estas circunstancias, a dar un paseo, sin pensar ni siquiera en lo que me iba a suceder. Al poco rato de ir conduciendo, me fije en una chica que, por su provocativa vestimenta, me llamó fuertemente mi atención. Ella era alta, casi 1.75 m. de estatura, de piel morena clara y cabellos largos hasta la cadera y con un rizado de estos que la hacían lucir salvajemente; tenía un cuerpo delgado y espigado que le permitian lucir una pequeña cintura y un trasero prominente y eleva...