Un día en el pantano

Nos fuimos a pasar el día a un pantano y acabamos haciendo una orgia con un viejo y un jovencito.

Era fin de semana, hacía un día estupendo y decidimos irnos los dos solos a un pantano a pasar el día. Encontramos un lugar apartado y nos instalamos allí. Hacía calor. Nos pusimos el bañador y nos metimos en el agua. Enseguida notaste que me había empalmado y como tú también te habías excitado, comenzaste a frotarte contra mi polla dura. Decidimos salir del agua, y yo te llevé junto al árbol donde teníamos la toalla y nuestras cosas. Estabas muy cachonda y yo muy salido. Tenías muchas ganas de que te folla...

Tú y yo en la cocina en tres partes. Parte 3.

Culminamos nuestro gran encuentro en la cocina de la manera más morbosa posible

Parte 3

Te tiro al suelo con violencia. Tu caes de rodillas. Te digo que te tumbes boca abajo y que no te muevas. Te vuelves a asustar un poco, pero tu excitación puede más y al final haces lo que te digo. Estás prácticamente desnuda tumbada boca abajo en el suelo de la cocina a merced de mí. Me quito las zapatillas y los calcetines y te piso la cara, —Joder!! cómo te voy a follar!!! Sentirte tan sumisa hace que el coño se te vuelva a inundar de fluidos. Tienes los pezones erectos y duros como piedras p...

Tú y yo en la cocina en tres partes. Parte 2.

Nuestra primera cita acabó con sexo salvaje en mi cocina.

Parte 2

Crees que ya he acabado. Pero entonces me excito de nuevo al observar como recoges semen de tu muslo y te lo llevas a la boca. Mi polla se vuelve a endurecer a unos centímetros de tu cara. Te vuelves a sorprender de lo dura y tiesa que la tengo. Tu coño empapado se dilata al instante, está que arde. Te vuelvo a coger del pelo, te levanto de un tirón, te doy la vuelta y te empotro contra la pared de la cocina. Parece como si hubiera perdido totalmente el control de mí mismo, aunque te asusta un p...

Tú y yo en la cocina en tres partes

Nuestro primer encuentro. Sexo en la cocina, Parte 1.

Parte 1

Estamos en mi casa, de pie, en la cocina, bebiendo vino entre risas y filtreos. Tú estás un poco achispada y empiezas a notar mi deseo en la mirada. Al poco tiempo, y casi sin poder evitarlo, nos estamos besando.

Mi lengua recorre toda tu boca acariciando tu lengua y tus labios, siento crecer tu deseo en la mirada. Me excito y meto mi mano dentro de tus pantalones y tus bragas hasta llegar a tu coño. Acaricio suavemente tu clitoris con mis dedos, al instante comienzas a empaparte bien.

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