Atrapado en un puticlub
Ir de putas es una maravilla. Lo malo es si te quedas sin dinero para pagar.
Me llamo Alfonso, tengo 30 años y soy camionero. A causa de mi trabajo paso mucho tiempo fuera de casa y en muchas ocasiones he tenido que desfogarme en algún club de carretera, sin poderme aguantar las ganas hasta llegar a casa para darle gusto a mi señora.
Un día iba hacia Francia a hacer una entrega y a pesar de que iba algo retrasado, el calentón que tenía encima me hizo salir de la autopista hacia uno de mis paraísos particulares: el club "La Gata con Botas".
Casi hacía un mes que no e...