¿Un nuevo comienzo?

Alejandro Robles despierta en la cama junto a su amante en turno, un joven que le ha maravillado como ningún otro. ¿Será capaz también de transformar la vida que lleva? Con un final secreto para nuestro protagonista.

La luz del ocaso se colaba a través de las delgadas cortinas de visillo rojo, tiñendo de carmesí una habitación saturada por colonia y sexo.

Recostado en una amplia cama de hotel, enmarañado entre un mar de suaves sábanas Alejandro abría pesarosamente sus ojos. Aún tenía en la boca el sabor de los besos de su amante quien yacía dormido, recostado en su pecho. Era muchos años menos que él, 24 le había dicho; pero sabía de sobra que apenas y rondaba los 20. Tenía el cabello rizado y revuelto, corto de l...