Arreglando algo más que ordenadores
Me dejé llevar y de pie apoyado con mi trasero contra la mesa apretaba su cuerpo cada vez más a mi. Llevaba puesto un pantaloncito corto y una camiseta de tirantes, lo que dejaba al descubierto todas sus piernas, espléndidas, y sus brazos, mucho más delgados que los míos, pero con una piel muy suave y deliciosa que me volvía loco.
Arreglando algo más que ordenadores.
Hace ya más de 6 meses que he dejado de trabajar para una empresa, modesta pero competente, en la que sólo trabajan mujeres. O al menos hasta que yo llegué. Necesitaban a un informático que les hiciera la página web y arreglara un poco el sistema informático y de red que tenían en la sede, para poder conectarse y actualizar datos con las 3 delegaciones que tenían en otras tantas provincias.
Al principio me resultó excitante ser el único chico en medio d...