Los fuertes brazos de mi vecino II
Con vanos esfuerzos intenté abrir la puerta, él tenía una fuerza muy superior a la mía. Me giré para verle y ahí estaba. - No tengas tanta prisa, en este lugar mando yo.
Los fuertes brazos de mi vecino II
Este relato es la continuación de "Los fuertes brazos de mi vecino" previamente publicado.
"El se levantó y me tomó para que me levantará con él. Se quitó la camiseta. Puede apreciar su atlético cuerpo que parecía sacado de alguna escultura griega. Con sus grandes hombros, definidos pectorales y abdominales que me hacían entender que él era un hombre de verdad y que me iba a tocar hacer de mujer..."
Entonces me miró fijamente y sentí como nacía desde...