El secreto.

El día de su 18 cumpleaños, Belén descubriría el secreto mejor guardado de sus padres.

Dos noches antes, durante la tormenta, un rayo cayó sobre el centenario roble. Su tronco, quedo mutilado, y su rama principal, de gran envergadura se desprendió hasta caer al suelo de la pradera.

De niños, recorrían el camino de la pradera cogidos de la mano. En verano, pasaban muchas horas jugando y balanceándose sobre el rudimentario columpio de madera, que su padre instalo una mañana. El invierno, le pasaban admirando, desde la ventana, como el gran roble, aguantaba los envites del aire, incluso...

La partida de Poquer

El primer latigazo, le hizo entender que aquello no seria un simple juego de placer

El primer latigazo, le hizo entender que aquello no seria un simple juego de placer. Sus brazos se tensaron, al tiempo que la espalda se curvaba. Como si de un juego infantil se tratase, su cuerpo se balanceaba en el aire girando sobre si mismo. Ahora ya no se preocupaba por las molestias, que los grilletes, le habían causado en sus muñecas. Comparadas con el chasquido que, el látigo de cuero, había producido a la altura de sus riñones, el ruidillo metálico de las cadenas, se podría definir, como algo banal...

La primera noche, de mi nueva vida

Tras dejarme mi novio, mi vida cambio por completo.

Al mezclarse los dos perfumes de mujer, el aire de la habitación, adquiere un aroma dulzón similar al de la gasolina. El cual, se inflama cuando una gota de sudor se precipita, desde mi frente, hasta su pecho. Cubriendo de fuego nuestros cuerpos.

La música tronaba sobre nuestras cabezas. Los enormes altavoces de la discoteca, mezclados con, a esas horas, abundantes copas de alcohol, producían en mi, un extraño aturdimiento, el cual, a medida que iban pasando los minutos, se transformaba en una hipnóti...

El Titanic (1ª Parte)

El 14 de Abril de 1912. El Titanic se hunde en el océano Atlántico. Su capitán absorto en importantes asuntos, no pudo esquivar a tiempo, un enorme iceberg.

Las notas de la melodía revoloteaban, sobre la cubierta del buque, al mismo tiempo que las yemas de sus dedos bailaban sobre el teclado del acordeón. Parte del pasaje, permanecía en el interior de sus camarotes, preparándose para la cena y la posterior fiesta, pero un pequeño grupo de viajeros, se aglutinaba alrededor del joven músico.

A sus 19 años, Paúl interpretaba con soltura, y siempre con una gran sonrisa en su boca, las melodías que, durante su infancia, su abuelo se había afanado en enseñarle....

El reencuentro.

Dedicado a Eva; Para que tu sonrisa nunca se borre y tu mirada nunca se olvide.

Al reflejar su rostro en el cristal, las gotas de lluvia descendían como si de sus lágrimas se tratasen. De niña, muchas veces, había permanecido horas contemplando el embravecido mar Cantábrico durante las frecuentes tormentas de verano. Su mirada melancólica se sumergía entre la espuma de las frecuentes olas. El intenso viento castigaba la mar, que respondía lanzándose furiosa sobre la arena de la playa. Eva permanecía de pies, protegida del aguacero, tras el gran ventanal de aquella moderna habitación de...

El Secuestro

Tras un atentado, Diana es secuestrada y trasladada a un recóndito oasis.

La taza de té se evaporizo, de su mano, quedando tan solo el pequeño asa de porcelana amarrado a su dedo índice. La explosión retumbo por todas las calles aledañas, mientras una lluvia de fragmentos de cristal, cortaban sin piedad la piel de los viandantes. En el interior de la Tetería, los faroles de bronce, ya no colgaban del techo. Las Cachimbas, junto a las teteras de alpaca, permanecían esparcidas por el suelo, mezclándose con miles de restos de porcelana, procedentes de los vasos y tazas. El barullo h...

Atraco en Sevilla

Dos meses después de resultar herido, la joven camarera, me recompenso por salvar su vida.

La segunda detonación impacto en mi hombro derecho. Apenas sentí dolor, aunque mi cuerpo se vio desplazado, como por una fuerza invisible, hasta acabar tendido de espaldas sobre el suelo del bar. Unas pequeñas manos presionaron mi herida, entre sollozos, la joven camarera trataba de evitar que muriera desangrado. Mas tarde, en el hospital, los médicos explicarían que la trayectoria de la bala había sido limpia, y que tan solo me quedaría una bonita cicatriz para recordar aquel atraco. Su rostro, extenuado p...

El accidente

Un semaforo en rojo, una mirada.

Marcadas sobre el asfalto, al igual que las uñas se marcaban sobre su espalda, los restos de la eterna frenada, se cruzaban sobre la línea continua hasta desaparecer entre los arbustos que custodiaban la carretera. Minutos antes, mis pupilas se habían visto reflejadas en el cristal de sus negras gafas de sol, mientras esperábamos el cambio de color del semáforo.

Rojo, al igual que su coche deportivo. El semáforo se convertiría durante unos breves instantes en mi aliado. Su piel clara y su melena dorad...