Los amantes

La habitación estaba a oscuras y en silencio. Yo no podía verte y sin embargo podía sentirte a mi lado. Quise tocarte pero no pude... Mis manos estaban atadas al dosel de la cama.

La habitación estaba a oscuras y en silencio.

Yo no podía verte y sin embargo podía sentirte a mi lado.

Quise tocarte pero no pude

Mis manos estaban atadas al dosel de la cama.

Cuando traté de decirte lo que sentía, acercaste tu mano a mi boca y me silenciaste,

Lentamente te acercaste a mi oído y susurraste: "Confía, déjate llevar"

Durante unos minutos nada ocurrió, me sentía ansiosa y excitada

Te conozco lo suficiente para saber que no me lastimarás

Y que...

Noche de Sexo... Preludio

Con solo pensarlo, la lujuria corre por mis venas… Poco a poco comienzo a excitarme, necesito un hombre… ¿Quien será mi nueva victima? ¿Dónde voy a encontrarlo? … La ventana de mi habitación permanece abierta y permite que ingresen los sonidos de la calle… gritos, bocinazos, música, era una noche excelente para buscar una victima… la pregunta era ¿Quien? Con solo pensarlo ya me relamía

Con solo pensarlo, la lujuria corre por mis venas… Poco a poco comienzo a excitarme, necesito un hombre… ¿Quien será mi nueva victima? ¿Dónde voy a encontrarlo?

La ventana de mi habitación permanece abierta y permite que ingresen los sonidos de la calle… gritos, bocinazos, música, era una noche excelente para buscar una victima… la pregunta era ¿Quien? Con solo pensarlo ya me relamía… por supuesto debía ser alto y de buen cuerpo, espalda ancha, buenos brazos y lo más importante… un buen bulto. ...

La Bienvenida

Permanecí en la cama, desnuda, mis ojos cerrados, a lo lejos alcancé a oír un sonido, traté de levantarme y mientras lo hacía, el sonido se hacía cada vez más fuerte y más claro… eran tambores.

Todavía no se como fui a parar ahí

Sólo recuerdo que desperté en una habitación oscura. Mi ropa no estaba, me sentía relajada, como si hubiese dormido muchas horas. No sabia donde estaba, ni la hora. Toque mi muñeca buscando mi reloj y no lo encontré. Busqué una ventana para ver si era de día o de noche. No había.

Sentí un fuerte mareo y volví a recostarme, tratando de entender que había pasado.

Lo más extraño de todo, es que no estaba asustada. Una voz en mi interior me decía que...